Hola a todos, qué tal? Hoy escribo nuevamente con muchas novedades y todavía mucho más por vivir!
En estos días siento que me pasó de todo, que pasé en un lapso de 6 días por tantos estados emocionales distintos que es como si estuviera arriba de una montaña rusa:
-Pasé de sorprenderme con lo nuevo a comenzar de a poco a adaptarme (y enojarme también, quizás) con la situación social de la ciudad.
-Fui a la inauguración de una marca de ropa para hombres para la cual algunos de los chicos de acá posaron como modelos. Fue bastante divertido para todos ver sus fotos tanto en las vidrieras como en el local y sobre todo es más divertido aún porque al conocerlos sé que ninguno de ellos se dedicó al modelaje antes. Como tienen caras "exóticas" y son altos, alcanza. No es mi caso, acá todos me tildan de "patán" que, pese a que suena como el perrito del dibujito La Carrera de los Autos Locos, es la palabra en urdu para designar a los pashtunes, etnia mayoritaria en el sureste de Afganistán y noroeste de Pakistán. Imaginen escuchar "Ana you look like a pathan" por parte de los aiesecers pakistaníes, de sus amigos, de tus compañeros de trabajo, de tu jefe... y hasta de extranjeros que ya están viviendo acá y dicen "sí, podrías pasar como una patán". El punto débil es que no hablo pashto y ya con mi acento de inglés es bastante obvio que soy extranjera. Y cuando uso jean y remera, directamente a tres cuadras se puede afirmar que soy outsider.
-Llamé a mi abuela porque Mr Skype me regaló crédito, así que la pude llamar a su casa. La tecnología brinda oportunidades impresionantes, al cortar el llamado me quedé unos segundos pensando en eso, totalmente fascinada. Aunque, por otro lado, el Skype es traicionero: te acerca y a la vez incrementa la distancia. Te das cuenta de lo bizarro que es tener una conversación (en tu idioma nativo) con tus seres queridos mientras al lado tuyo tu amiga de Turquía toma un café con tu amiga de Rumania. Tomás conciencia de que no los vas a ver por muuuucho tiempo. Pero si reflexiono y pienso en un nivel racional, de todas maneras, hay mucha gente linda a la que no voy a ver por unos meses y acá estoy viviendo una gran experiencia, así que no gano nada evitando el Skype.
-Visité por primera vez un templo hindú, muy raro todo! Si bien sabía de algunos de sus dioses,como Ganesh o el hecho de que adoran a las vacas ver las imágenes y estatuas del templo no dejó de sorprenderme. También a nivel arquitectónico era raro, no había un gran salón con asientos, sino que rezaban frente a cada dios en pequeños salones, sentados en el piso. Como nota de color, el templo brinda comida para quienes así lo deseen (arroz picante, no se hagan ilusiones)y agua "purificada y filtrada". Con el calor que hacía y sabiendo que iba a ser probablemente mi última oportunidad para tomar agua (debido a Ramadán, explicaré en el siguiente punto) tomé un poco de esa agua, con bastante desconfianza. Tras visitar el templo fuimos a Frere Hall donde los domingos montan una feria de libros. Paseamos, caminamos... y volvimos a casa porque necesitaba agua y comida, no podía más.
-Ramadán: Empezó el mes más importante para los musulmanes. Ramadan Mubarak! En el noveno mes del calendario lunar fue revelado el Corán y se conmemora durante toooodo el mes. Eso sig nifica que por 30 días desde el sahree (tipo 4 de la mañana) hasta iftar (7 y media de la tarde) los musulmanes no comen ni beben nada, reflexionan y rezan. Ah y trabajan también! No entiendo honestamente como resisten, para mí con 36 grados es imposible no tomar agua. Mis felicitaciones para ellos.
Ramadán tiene un par de efectos prácticos en mi vida cotidiana que son simpáticos. Y otros no tanto. Comenzando por los buenos: no hay casi tráfico en las calles. Muchos comercios están cerrados (por no decir la mayoría) hasta las 7 de la tarde, así que cruzar la calle es algo maravilloso. El siguiente no es estrictamente bueno o malo. Quizás sea un poco perjudicial para mí pero lo encuentro divertido. En la oficina casi todos están ayunando. Starina, la secretaria más divina del mundo, es católica así que ella tampoco modificó sus hábitos alimenticios. Peeero tuvimos que desarrollar un plan estratégico para comer y beber, porque no podemos hacerlo delante de los demás. Más que ofensivo es también una enorme tentación. Y es gracioso que a eso de las 10 y media nos miramos y señala con la cabeza la puerta. Agarro unas galletitas para llevar a la cocina y me pregunta "dónde las vas a esconder?" Acá, abajo de la remera" digo yo. El envoltorio de plástico comienza a rozar la blusa y un incómodo ruido se escucha mientras camino, a lo cual Starina me dice que es muuuy obvio el origen del ruido. Yo a este punto siento que estoy traficando diamantes en lugar de tener un simple paquete de galletitas, me parece que es un poco exagerado. Y en el almuerzo, de vuelta a esconder sandwiches en un sobre de correo!! Es el colmo! La forma de sobrellevarlo es con gracia, porque sino se vuelve pesado.
- Problemas estomacales: sí, ya pasé por eso también. Cuando llegué dos de los interns de acá estaban sumamente mal. Uno de ellos incluso me dijo "ya te va a pasar a vos también" Venía bien pero de repente sucedió. Para no ser menos en este surrealismo cosmopolita en el que vivo les cuento que tomé: una pastilla de carbón de Turquía (compañera de depto turca), una solución para recuperar sales de Pakistán (en la oficina), aceite de Indonesia para frotar en la pancita como se hace a los bebés (compañera de depto de Indonesia) y un antigástrico argento. Para continuar con la globalización de la medicina, le acabo de dar a Gokce un Migral ya que le estalla la cabeza. ¡Viva el intercambio de remedios! Para no preocupar a nadie aclaro que ya me siento mejor, me estoy cuidando un poco con lo que como y eso es todo, ya voy a estar perfecta en unos días!
Abrazo grande!
En estos días siento que me pasó de todo, que pasé en un lapso de 6 días por tantos estados emocionales distintos que es como si estuviera arriba de una montaña rusa:
-Pasé de sorprenderme con lo nuevo a comenzar de a poco a adaptarme (y enojarme también, quizás) con la situación social de la ciudad.
-Fui a la inauguración de una marca de ropa para hombres para la cual algunos de los chicos de acá posaron como modelos. Fue bastante divertido para todos ver sus fotos tanto en las vidrieras como en el local y sobre todo es más divertido aún porque al conocerlos sé que ninguno de ellos se dedicó al modelaje antes. Como tienen caras "exóticas" y son altos, alcanza. No es mi caso, acá todos me tildan de "patán" que, pese a que suena como el perrito del dibujito La Carrera de los Autos Locos, es la palabra en urdu para designar a los pashtunes, etnia mayoritaria en el sureste de Afganistán y noroeste de Pakistán. Imaginen escuchar "Ana you look like a pathan" por parte de los aiesecers pakistaníes, de sus amigos, de tus compañeros de trabajo, de tu jefe... y hasta de extranjeros que ya están viviendo acá y dicen "sí, podrías pasar como una patán". El punto débil es que no hablo pashto y ya con mi acento de inglés es bastante obvio que soy extranjera. Y cuando uso jean y remera, directamente a tres cuadras se puede afirmar que soy outsider.
-Llamé a mi abuela porque Mr Skype me regaló crédito, así que la pude llamar a su casa. La tecnología brinda oportunidades impresionantes, al cortar el llamado me quedé unos segundos pensando en eso, totalmente fascinada. Aunque, por otro lado, el Skype es traicionero: te acerca y a la vez incrementa la distancia. Te das cuenta de lo bizarro que es tener una conversación (en tu idioma nativo) con tus seres queridos mientras al lado tuyo tu amiga de Turquía toma un café con tu amiga de Rumania. Tomás conciencia de que no los vas a ver por muuuucho tiempo. Pero si reflexiono y pienso en un nivel racional, de todas maneras, hay mucha gente linda a la que no voy a ver por unos meses y acá estoy viviendo una gran experiencia, así que no gano nada evitando el Skype.
-Visité por primera vez un templo hindú, muy raro todo! Si bien sabía de algunos de sus dioses,como Ganesh o el hecho de que adoran a las vacas ver las imágenes y estatuas del templo no dejó de sorprenderme. También a nivel arquitectónico era raro, no había un gran salón con asientos, sino que rezaban frente a cada dios en pequeños salones, sentados en el piso. Como nota de color, el templo brinda comida para quienes así lo deseen (arroz picante, no se hagan ilusiones)y agua "purificada y filtrada". Con el calor que hacía y sabiendo que iba a ser probablemente mi última oportunidad para tomar agua (debido a Ramadán, explicaré en el siguiente punto) tomé un poco de esa agua, con bastante desconfianza. Tras visitar el templo fuimos a Frere Hall donde los domingos montan una feria de libros. Paseamos, caminamos... y volvimos a casa porque necesitaba agua y comida, no podía más.
-Ramadán: Empezó el mes más importante para los musulmanes. Ramadan Mubarak! En el noveno mes del calendario lunar fue revelado el Corán y se conmemora durante toooodo el mes. Eso sig nifica que por 30 días desde el sahree (tipo 4 de la mañana) hasta iftar (7 y media de la tarde) los musulmanes no comen ni beben nada, reflexionan y rezan. Ah y trabajan también! No entiendo honestamente como resisten, para mí con 36 grados es imposible no tomar agua. Mis felicitaciones para ellos.
Ramadán tiene un par de efectos prácticos en mi vida cotidiana que son simpáticos. Y otros no tanto. Comenzando por los buenos: no hay casi tráfico en las calles. Muchos comercios están cerrados (por no decir la mayoría) hasta las 7 de la tarde, así que cruzar la calle es algo maravilloso. El siguiente no es estrictamente bueno o malo. Quizás sea un poco perjudicial para mí pero lo encuentro divertido. En la oficina casi todos están ayunando. Starina, la secretaria más divina del mundo, es católica así que ella tampoco modificó sus hábitos alimenticios. Peeero tuvimos que desarrollar un plan estratégico para comer y beber, porque no podemos hacerlo delante de los demás. Más que ofensivo es también una enorme tentación. Y es gracioso que a eso de las 10 y media nos miramos y señala con la cabeza la puerta. Agarro unas galletitas para llevar a la cocina y me pregunta "dónde las vas a esconder?" Acá, abajo de la remera" digo yo. El envoltorio de plástico comienza a rozar la blusa y un incómodo ruido se escucha mientras camino, a lo cual Starina me dice que es muuuy obvio el origen del ruido. Yo a este punto siento que estoy traficando diamantes en lugar de tener un simple paquete de galletitas, me parece que es un poco exagerado. Y en el almuerzo, de vuelta a esconder sandwiches en un sobre de correo!! Es el colmo! La forma de sobrellevarlo es con gracia, porque sino se vuelve pesado.
- Problemas estomacales: sí, ya pasé por eso también. Cuando llegué dos de los interns de acá estaban sumamente mal. Uno de ellos incluso me dijo "ya te va a pasar a vos también" Venía bien pero de repente sucedió. Para no ser menos en este surrealismo cosmopolita en el que vivo les cuento que tomé: una pastilla de carbón de Turquía (compañera de depto turca), una solución para recuperar sales de Pakistán (en la oficina), aceite de Indonesia para frotar en la pancita como se hace a los bebés (compañera de depto de Indonesia) y un antigástrico argento. Para continuar con la globalización de la medicina, le acabo de dar a Gokce un Migral ya que le estalla la cabeza. ¡Viva el intercambio de remedios! Para no preocupar a nadie aclaro que ya me siento mejor, me estoy cuidando un poco con lo que como y eso es todo, ya voy a estar perfecta en unos días!
Abrazo grande!